Hay dos actitudes básicas del servicio al cliente que marcan a las empresas y las diferencian, la actitud positiva y la actitud negativa.
Una actitud negativa y una mala atención de un empleado puede hacer que todo trabajo interno se destruya.
Cuando esto sucede, por lo general, el cliente no identifica a la persona individualmente como la causante de su mala experiencia, identifica a la empresa completa, por ejemplo, si en un banco tuvo una mala experiencia con un asesor comercial piensa que los empleados de este banco son pésimos, y así asocia negativa y directamente a la entidad y a todas las personas que trabajan en él.
Por esto es importante que la actitud positiva de servicio prime en todos y cada uno de los contactos que se tengan con la empresa.
Cada vez son más las empresas que cuentan para ello con empresas especializadas en un servicio de atención al cliente de calidad, contratando Secretarias virtuales que dentro de sus servicios cuentan con la Recepción de llamadas con una alta profesionalidad.
Dando con ello, así, una primera impresión para su empresa de positivismo, empatía y amabilidad.